Este miércoles, un cirujano británico se dio a la tarea de declararse culpable por haber grabado sus iniciales en los hígados de dos pacientes trasplantados y ahora está en la espera de una condena.
Simon Bramhall se declaró como culpable de dos cargos de agresiones, aunque negó haber dejado daños físicos a sus víctimas.
El caso se lleva a cabo en un tribunal de Birmingham.
El cirujano firmó como “SB” con un láser de gas argón coagulador, que se usa en las operaciones para evitar alguna hemorragia y lo realizó en presencia de sus colegas, por lo que se espera su sentencia el 12 de enero.
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